Con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hambriento por una retirada de Siria, un nuevo informe afirma que Gran Bretaña y Francia enviarán sus propias fuerzas para compensar la situación, junto con otros aliados. Pero el canje le costará a Washington.
En la actualidad, entre 1.000 y 2.000 soldados estadounidenses están estacionados en el noreste de Siria, apoyando a combatientes kurdos antigubernamentales. Sin embargo, a medida que EE. UU. Busca reducir su presencia en Siria, el gobierno de Trump ha buscado que sus aliados se recuperen. Alemania rechazó una solicitud de tropas de tierra el lunes, citando la política alemana «bien conocida».
Gran Bretaña y Francia, por otro lado, están dispuestos a atender la llamada de Washignton, según un nuevo informe de Foreign Policy. Ambos países tienen un número limitado de fuerzas especiales sobre el terreno en Siria, y se comprometen a un aumento de tropas de entre el 10 y el 15 por ciento para permitir que Estados Unidos se retire.
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